Estrés (del inglés stress, ‘fatiga’) es una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada.
El 'estrés' es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia, a pesar de lo cual hoy en día se confunde con una patología.Esta confusión se debe a que este mecanismo de defensa puede acabar, bajo determinadas circunstancias que abundan en ciertos modos de vida, desencadenando problemas graves de salud. Cuando esta respuesta natural se da en exceso se produce una sobrecarga de tensión que se ve reflejada en el organismo y en la aparición de enfermedades, anomalías y anormalidades patológicas que impiden el normal desarrollo y funcionamiento del cuerpo humano. Algunos ejemplos son los olvidos (incipientes problemas de memoria),alteraciones en el ánimo, nerviosismo, falta de concentración, entre otros síntomas.
Es una patología, emergente en el área laboral, que tiene una especial incidencia en el sector servicios, siendo el riesgo mayor en las tareas en puestos jerárquicos que requieren mayores exigencias y dedicación.
El estrés crónico está relacionado a los trastornos de ansiedad[1] , que son una reacción normal frente a diversas situaciones de la vida. Sin embargo, cuando se presenta en forma excesiva o crónica constituye una enfermedad que puede desorganizar la vida de las personas. En esos casos lo aconsejables es informarse sobre ansiedad y estrés [2] y consultar a un especialista.
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